A lo largo de las últimas décadas, son varios los casos sin resolver en España. Unas historias cargadas de misterio y con muchas incógnitas que, a pesar del paso del tiempo, todavía no se han podido desvelar. Uno de los más oscuros que se han producido en territorio nacional fue el caso Macastre.
El 16 de enero de 1989, tres adolescentes desaparecieron en el municipio valenciano de Macastre. Sus nombres eran Pilar Ruiz, Rosario González y Francisco Valeriano. Su plan era pasar el día por la localidad, pero sus familias denunciaron que no aparecieron por casa en las siguientes horas.
Solo tres días después, Rosario González fue encontrada en una caseta abandonada. La joven estaba tendida en una cama. A pesar de que parecía que estaba dormida, lo cierto es que falleció de forma sobrevenida. La causa de su muerte no se pudo determinar en la época y todavía sigue siendo un misterio hoy en día.
Francisco Valeriano fue el segundo cuerpo que encontraron el 6 de abril de 1989. En un estado de descomposición bastante avanzado, el joven fue hallado cerca del lugar donde encontraron a Rosario. Tampoco pudieron dictaminar cuáles fueron los motivos de su muerte.
Todas las teorías no han sido probadas de forma oficial
Ya en mayo, Pilar Ruiz apareció en una acequia cerca del pueblo de Turís, que se encuentra a varios kilómetros de Macastre. La autopsia confirmó que falleció por causas naturales, aunque su pie fue encontrado en la calle Alcácer de la capital valenciana meses antes, concretamente el 27 de enero.
Ninguna de las teorías que han ido apareciendo con el paso de los años ha llegado a ninguna resolución oficial. Se ha hablado de tráfico de drogas, de un asesinato o de una congregación satánica, pero el misterio sigue rodeando la muerte de estos tres jóvenes en un caso que sigue recibiendo las críticas a la policía y a la gestión judicial por los fallos que se produjeron en la época.
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