No hay un número en la historia del fútbol más cargado de historia y mística que el 10. El de Pelé, Maradona, Messi, Zidane, Platini o Modric y la mejor España de la historia el de Cesc. Y no hay una selección en los últimos tiempos en la que ese dorsal haya pasado por más espaldas.
Ante Serbia será el de Riquelme, un jugador con sólo un partido con España y que ha entrado en la convocatoria para el choque de Córdoba a causa de la baja de Lamine Yamal. El extremo del Barcelona había cogido ese dorsal ante la ausencia del que ahora es su dueño natural, Dani Olmo. El catalán se lesionó ante Serbia en Belgrado, lo que hizo que en Ginebra el dorsal 10 pasase a Pepelu.
Eso hace que en los últimos cuatro partidos de la selección española hayan sido cuatro jugadores distintos el 10. Es una anomalía, porque rara vez ese dorsal queda libre para un jugador que entra a última hora.
Desde que Cesc desapareció de la selección, lo que sucedió con la llegada de Lopetegui en septiembre de 2016, las parejas del baile del 10 han sido muchas. Entonces el 10 fue para Thiago, su dueño en ese ciclo y cuando estuvo con Luis Enrique.
El 10 ha sido el dorsal de Asensio (Mundial de Qatar), Canales, Carlos, Soler, Sergi Roberto, Pedri, Ceballos (el primero de De la Fuente), Yeremy Pino (que lo cogió como Riquelme, llamado de urgencia en septiembre de 2023), Bryan Zaragoza (también entró tras una lesión), Nico Williams, Dani Olmo (para la Euro), Pepelu, Lamine Yamal y Pepelu.
