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"El dinero no da la felicidad". Una típico tópico que todo el mundo ha escuchado alguna vez y que siempre se pone en duda. En el caso de Yann M'Vila es una afirmación que se hizo real. La etapa en la que más dinero ganó como futbolista fue también la peor a nivel personal y es que son cada vez más los futbolistas que se sinceran sobre la salud mental, hablando abiertamente sobre situaciones que viven lejos de los terrenos de juego.
En el pódcast 'Rouge et Ble' es donde el mediocentro ha comentado lo que vivió en Rusia. Yann comenzó a destacar en el Stade Rennais, hasta que en la temporada 2012-13 fichó por el Rubin Kazán. Allí estuvo dos temporadas, hasta que se fue cedido al Inter de Milán y luego al Sunderland. En su vuelta, ya como un jugador contrastado en grandes ligas, firmó un gran contrato pensando que así sería feliz, pero nada más lejos de la realidad.
"En aquel momento ganaba 500.000 euros netos al mes, pero yo estaba en mi habitación con crisis nerviosas", ha declarado el francés. Además, ha reconocido problemas para gestionar sus ganancias: "No voy a decir que el dinero no da la felicidad, porque ayuda y facilita las cosas. Tenía este dinero en mi tarjeta, pero no me sirvió de nada". Un ejemplo de que los futbolistas profesionales, pese a ser ricos y famosos, también pueden sufrir de este tipo de problemas, que son mucho más comunes de lo que parece.
Recupera la sonrisa en su país
Tras una temporada y media, M'Vila decidió volver a su país. Estuvo dos años y medio en el Saint-Étienne, pero luego volvió a marcharse a Grecia para recalar en Olympiacos. En Atenas brilló durante tres campañas, siendo un auténtico referente en la medular rojiblanca.
Ahora ha vuelto a Francia para recalar en el Caen de Kylian Mbappé, siendo el propio futbolista el que le llamó para convencerle: "Me habló del proyecto, de lo que esperaba de mí. Al día siguiente vi a su madre y llegamos a un acuerdo".
Las conversaciones con el futbolista fueron a buen puerto gracias al gran entendimiento entre ambos: "Kylian me conoce muy bien, yo también lo conozco muy bien. Saben que soy un jugador fiable, que pueden contar conmigo para darlo todo". Allí aprovecha sus últimos años como futbolista profesional, disfrutando del deporte lejos de los focos y de situaciones que en su día le llevaron al límite, porque cuando la salud entra en escena, el dinero pasa a un segundo plano.
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