El titubeante inicio del Real Madrid le ha colocado en una situación peliaguda a las primeras de cambio. Ha bastado apenas un mes desde que se iniciase la temporada oficial (concretamente 23 días) para que al nuevo proyecto blanco empiecen a vérsele las costuras. Cuatro derrotas en siete partidos oficiales son difíciles de digerir para un equipo acostumbrado a arrasar en sus inicios de campaña. Y viniendo de donde viene su pésimo comienzo es aún más duro para el club y sus aficionados.
La victoria ante el Barça en la semifinal de la Supercopa ha sido eclipsada por las derrotas ante Unicaja (final Supercopa), Leyma Coruña, Surne Bilbao (Liga) y Bayern Múnich (Euroliga). Pero más importantes que los partidos perdidos en estos albores de la competición son las malas sensaciones que transmite un equipo que está mostrando una vulnerabilidad pocas veces vista en los últimos años. Chus Mateo pide paciencia, pero esa palabra no existe en el diccionario de su club.
Son varios los factores estadísticos que están acentuando la sangría de los blancos, todos ellos impropios de un equipo con una plantilla confeccionada para ganarlo todo. La inadaptación de sus cuatro fichajes, agravada con las lesiones de dos de ellos (Garuba y Feliz), es uno de los principales. Pero también se ven lastrados por su endeblez defensiva, sus concesiones en el rebote, su mal tino en los triples y los tiros libres y sus excesivas pérdidas, posiblemente producto de la ansiedad que va apoderándose de sus jugadores.
La peor defensa de Europa: encaja 91,5 puntos
Este quizá sea uno de los mayores lastres del equipo de Chus Mateo, que ostenta el vergonzoso liderato de puntos recibidos en la Euroliga con 91,5 de media en dos encuentros ante Bayern Múnich y Partizan. El técnico madridismo insiste una y otra vez en la importancia de ayudarse unos a otros en esa faceta, pero hasta ahora esa solidaridad brilla por su ausencia. También en la Liga ACB, en la que ostenta la sexta peor defensa del campeonato con 88 puntos de media recibidos en sus tres partidos ante Leyma Coruña, Casademont Zaragoza y Surne Bilbao, que con el máximo respeto para ellos no son precisamente el Barça, el Unicaja, el Baskonia o el Valencia.
Ha concedido 52 rebotes ofensivos
La que había sido una de las grandes fortalezas del Madrid en sus éxitos de los últimos años, el rebote, se ha convertido en este inicio de campaña en una de sus debilidades. Y eso pese a tener en nómina al gigante Tavares, uno de los mejores del continente en esa faceta. En las inmediaciones del aro blanco, zona casi inexpugnable para sus rivales hasta ahora, se ha instalado la barra libre. En la Liga es el tercero que menos rebotes defensivos captura (23,3 de media) habiendo concedido 36 ofensivos. Y en la Euroliga ha cedido 16. En total, 52 segundas oportunidades para sus adversarios. Un regalo que se paga caro. Se echa de menos a Poirier y a Yabusele. Y entre sus sustitutos, Ibaka ha ido de menos a más y la lesión de Garuba también pesa en este aspecto.
El equipo con más pérdidas de la Euroliga (31)
Otro de los factores que pesan como una losa en su rendimiento son las pérdidas de balón, demasiadas imprecisiones que podrían venir provocadas por falta de concentración o ansiedad. De hecho, el Madrid es el equipo que más pérdidas acumula (31) de los 18 equipos de la Euroliga en las dos primeras jornadas, una media de 15,5. En la Liga mejora algo estos guarismos, con 12,7 pérdidas por encuentro.
Los triples no son la panacea: Llull lleva 4/21
El triple venía siendo uno de los recursos más utilizados las últimas temporadas por los blancos, que tienen en nómina a un puñado de grandes especialistas. No pocas veces le han sacado de apuros en partidos comprometidos, pero en este inicio de campaña le están condenando en algunos partidos. La impaciencia por remontar en encuentros en los que va por detrás en el marcador le está llevando a abusar del triple, y no siempre con éxito.
Llull, un consumado especialista desde esa distancia, no encuentra el golpe de muñeca. Acredita 4/21 entre Liga (3/15) y Euroliga (1/6). Tampoco dos de los nuevos como Rathan-Mayes (0/5 en Liga) o Ibaka (1/8) entre Liga (0/4) y Euroliga (1/4). Ese recurso no le está funcionando al pívot hasta ahora.
Hasta los tiros libres se le resisten: 74,1%
Tampoco andan finos los blancos desde el tiro libre, sobre todo en la Liga, donde ostentan el quinto peor registro de los 18 equipos, con un pobre 74,1% (60/81). Un apartado en el que flojean especialmente Tavares (2/5) y Deck (10/15). Aunque este ratio mejora algo en la Euroliga con un 75,6% de eficacia (31/41), con mención negativa sorprendente para un tirador como Rathan-Mayes (1/5).
Ansiedad, impaciencia y precipitación
Las derrotas han generado un estado de ansiedad en el equipo que tiene una incidencia directa en algunos de los apartados estadísticos mencionados con anterioridad, especialmente en lo que respecta al acierto en los tiros, como en las pérdidas. Baja el porcentaje de acierto y aumentan los despistes y los errores cuando entran la impaciencia y las prisas por intentar revertir un marcador adverso.
Vamos a jugar con cabeza, no podemos pretender meter 10 puntos en cada ataque
Ya se lo dijo Chus Mateo a los suyos durante un tiempo muerto en su última derrota en Bilbao: "Vamos a jugar con cabeza, no podemos pretender meter 10 puntos en cada ataque", les espetó el técnico a los suyos. Ya entonces reinaba la precipitación y cada uno había empezado a hacer la guerra por su cuenta y el resultado fue nefasto.
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